Para todos aquellos que estén planeando una visita al fascinante país del cous-cous y el té de menta, compartimos nuestra ruta de diez ciudades marroquíes con algunas recomendaciones y lugares de visita obligada en un viaje de, aproximadamente, tres semanas.
¿Preparados?
1ª Parada: Marrakech
Marrakech es una de las ciudades más emblemáticas de Marruecos. Es interesante conocerla y ofrece un acercamiento a la cultura marroquí, aunque resultará imposible escapar de su fuerte carácter comercial, cada vez más occidentalizado en respuesta a las masas de turistas que recibe.

2ª Parada: Essaouira
Tras pasar un par de días en la ciudad de la plaza de Jemaa el Fna, nos alejamos del alboroto para conocer el pueblo pesquero de Essaouira. Con un carácter tranquilo y acogedor, Essaouira es una bonita zona donde relajarse unos días y conocer a su gente.

3ª Parada: Agadir
Continuamos hacia el sur, poniendo rumbo a Agadir. En nuestro caso decidimos acercarnos a Paradise Valley, un paraje adonde acuden las familias marroquíes a disfrutar de la naturaleza. Nuestro hospedaje fue en Tamghrat, lugar que sin llegar a ser especialmente hermoso, ofrece la tranquilidad propia de los sitios de mar, olas amables para practicar surf y uno de los cielos estrellados más impresionantes que hemos visto.

4º Parada: Imlil
Imlil y Asni son pueblos bereberes escondidos en las montañas. La mejor manera de conocerlos es desde Marrakech y se encuentran en la lista de los lugares que más autenticidad pueden desprender.

5º Parada: Aït Ben Haddou
En la región de Uarzazate, y a unos 190 kilómetros de Marrakech, se encuentra Aït Ben Haddou, una de las kasbahs mejor conservadas de todo Marruecos. Estas construcciones de adobe y barro fueron antiguamente grandes pueblos bereberes amurallados, y en la actualidad han sido el lugar de rodaje de importantes producciones cinematográficas como Gladiator, La Momia, Prince of Persia o Juego de Tronos.

6ª Parada: El valle del Dades y el río M’Goun
El valle del Dades o “el camino de las mil kashbahs” es una ruta salvaje por el sur del Atlas que serpentea entre pueblos desérticos, paisajes de kasbahs, arroyos cristalinos y anaranjados acantilados. Es muy recomendable hacer un trayecto en coche para disfrutar del misticismo de las vistas y plantear una excursión de senderismo para adentrarse en el valle. Aunque hay bastantes opciones, nosotros nos decantamos por visitar las Gargantas del río de M’Goun, un lugar remoto y maravilloso donde es un arroyo limpio y fresco quien marca la ruta entre las grandes montañas, acogiendo a familias marroquíes y siendo recorrido de nómadas que lo cruzan a pie, mula o caballo. En su interior solamente hay un refugio de pocas cabañas, por lo que no es lugar común de turistas. Para pasar una noche se puede contactar con las personas del Group Xaluca, quienes administran el refugio y planifican la excursión.

7ª Parada: El desierto de Merzouga
Nuestra séptima parada fue una de las más impresionantes y un lugar de obligada visita para todo aquel que visite el país. Ataviados con unos buenos turbantes, lo propio es pasar una noche a cielo abierto en compañía de las estrellas. Hay diferentes oasis donde dormir y existe la posibilidad de ir y venir atravesando las dunas en dromedario, una experiencia muy especial.

8ª Parada: Meknes
La ciudad de Meknes es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, ubicada en la parte norte del país. Hay menos turistas que en Fez o Marrakech, lo que le da una mayor tranquilidad pero también hace que el viajero pase menos inadvertido.

9ª Parada: Chefchaouen
La conocida perla azul es una de las ciudades más especiales que visitamos. Teñida de azul cielo de arriba a abajo, se encuentra al noroeste del país entre las montañas del Rif. Además de ser un municipio tranquilo y encantador donde hasta los gatos derrochan simpatía, las excursiones a los alrededores son recomendadísimas.

10ª Parada: Fez
La capital del Islam de Marruecos es la última parada de nuestro recorrido. Sus calles laberínticas y la magnitud de su Medina la convierten en la mayor zona peatonal del mundo, una ciudad digna de ser vista donde el caos tranquilo reina.

Recomendaciones veleteras:
Nuestra vivencia recorriendo las diez zonas resultó en algún momento agotadora, por lo que, a no ser que contemos con más tiempo, recomendaríamos al viajero elegir sólo unos seis o siete puntos para viajar de forma más calmada y disfrutar relajadamente del camino.
El transporte por el país se puede hacer tanto en transporte público como en taxi. Esta última es una alternativa más cómoda que puede resultar económica trabajando el regateo y viajando en grupo. No recomendamos el alquiler de un vehículo a no ser que se tenga conocimiento de las carreteras del país y alta experiencia en tramos complicados.
Pronto escribiremos de cada una de nuestras paradas para relatar más información, consejos viajeros y reflejos de nuestra experiencia, que inevitablemente, ha sido una aventura intensa e impresionante.